Las estaciones son los periodos del año en los que las condiciones climáticas imperantes se mantienen, en una determinada región, dentro de un cierto rango. Estos periodos son normalmente cuatro y duran aproximadamente tres meses. Las estaciones se deben a la inclinación del eje de giro de la Tierra respecto al plano de su órbita respecto al Sol, que hace que algunas regiones reciban distinta cantidad de luz solar según la época del año, debido a la duración del día y con distinta intensidad según la inclinación del Sol sobre el horizonte (ya que la luz debe atravesar más o menos atmósfera).
Por tanto la relación que existe entre La Tierra y El Sol vuelve a ser una de las claves en otro factor
a tener muy en cuenta en la pesca. No es lo mismo ir a pescar en un mes de enero que hacerlo en agosto. La temperatura es el valor más determinante a tener en cuenta para nosotros. Esta cambia con las estaciones y si bien de un año para otro las estaciones no son iguales; me refiero a que no hay una primavera igual a la anterior o a la posterior ya que puede haber diferencias de diversos tipos (precipitaciones, temperatura, temporales, etc,etc,) y digo primavera como podría haber dicho cualquiera de las otras. Pese a estas evidentes diferencias el factor más regular es el de la temperatura. El cambio climático también esta siendo protagonista en los últimos años.
Esto implica comportamientos climáticos fuera de lo normal. Por ejemplo el que se adelanten las estaciones o se retrasen. Aquí en el sur el invierno este año ofreció muchos días de temperaturas altas y estabilidad atmosférica como consecuencia en pleno mes de diciembre y enero se sacaron muy buenas pesqueras de herreras en Fuengirola (Málaga) este pescado que por cierto cada vez más escaso se da más en los meses de verano y por cierto el pasado verano no fue bueno en capturas.
Este es un ejemplo real y claro de los cambios que se producen en el clima y en cierta manera hacen anormal una estación. Hay que saber leer estos cambios, en mi opinión todas las estaciones con sus valores climáticos normales o anormales ofrecen posibilidades de capturas. Es cierto que hay incógnitas difíciles de descifrar pero para eso estamos nosotros; si, para sacar conclusiones.
Comenzaremos por entrar en materia, haber si despejamos algunas dudas.
El tener claro conceptos como las estaciones y su interacción con la pesca; hace que cada salida no sea en vano independientemente del resultado, pues para mi las conclusiones de un bolo puede ser un aprendizaje que en futuras jornadas me supongan descartes de pesqueros en una determinadas circunstancias o lo que es mejor me decante por otro momento del día y ahí es donde está la esencia de todo esto.
Hablaremos del concepto de las estaciones como norma general sin profundizar mucho en especies ni momentos climáticos determinados.
Cogeremos el valor de la temperatura como guía en la tendencia general de una estación.
El invierno es la estación fría, el verano es la estación cálida, primavera y otoño son las estaciones templadas. Según para que especie o modalidad que práctiquemos unas son mejores que otras.
No se si ya he comentado anteriormente que para mi la pesca son momentos y que no hay playa mala. Cada escenario tiene su momento. A continuación en una relación de momentos más adecuados en el día según la estación del año trataremos de explicar con lógica el por que de este razonamiento basándonos en la interacción solar sobre el mar. Y es que el Sol es para mi un factor que no se tiene en cuenta a la hora de planificar una jornada de pesca. Siempre nos quedamos con las mareas, si hay luna o si hay algas o viento....
Al principio del artículo se explica lo que son las estaciones y lo que dice al final del párrafo es vital así como también la forma en que los rayos solares penetran en las aguas marinas.
Durante la estación fría, en el invierno, como consecuencia de las pocas horas de Sol la temperatura del agua es más baja de lo media de todo el año. Esto se acentúa más si cabe depende del escenario en que nos encontremos ya que las corrientes marinas también influyen en la temperatura en la que se encuentra el agua. También el hecho de que con normalidad se cojan determinadas especies que podríamos encuadrarlas en típicas capturas de invierno robalos, besugos, o bien jibias y calamares depende de la modalidad que practiquemos nos dice que durante un invierno normal con sus temporales y bajas presiones incluidas la mayoría de especies o bien buscan aguas profundas, o emigran o si bien se aletargan desactivandose casi por completo y dejandose ver o bien antes de un frente frío depende que especie o bien tras el temporal después de haber removido el fondo.
En general las horas centrales del día en días despejados puede deparar alguna buena picada, y la caída de la tarde y la noche para besugo,sargos, robalos, jibias y calamares.
En la estación templada de primavera ya cambia el panorama durante el amanecer y las primeras horas del día el sol esta bajo y no calientan lo suficiente por lo que el agua está fría pero conforme vaya avanzando las semanas aumentaran a esta hora la actividad ya que muchos peces comienzan a desovar y crecen sus ganas de comer.
A partir del mediodía con el Sol alto los rayos penetran en el mar por lo que a medida que avance el día irá aumentando la actividad siendo la tarde y las primeras horas de oscuridad el mejor momento para lograr más picadas. En general durante la tarde noche coincide con un aumento de la actividad del pescado ya que su metabolismo reacciona para alimentarse con el agua más templada.
Con la estación cálida aumenta el alimento de nuestras posibles capturas pero también al ser una estación de valores extremos hay momentos más óptimos que otros. Las horas centrales del día son el momento de menos actividad ya que la mayoría de especies se aletargan y buscaran aguas profundas. Sin embargo el amanecer hasta poco antes del mediodía es un momento idoneo para tener picadas ya que el pez come con entusiasmo antes de ir mar adentro y marisquea con ambición. Desde la puesta de Sol hasta tarde por la noche es otro momento que coincidiendo con la temperatura ideal la pesca entrará mucho mejor a nuestros cebos. A medida que se vaya enfriando el agua descenderá la actividad progresivamente.
Durante el otoño los valores se suavizan de nuevo teniendo como consecuencia cambios en los momentos de actividad en el metabolismo de los peces. Conforme va avanzando el día la actividad se irá incrementando siendo a partir de las primeras horas de la tarde hasta la noche el mejor momento. Tengamos en cuenta que en esta época los peces necesitan acumular peso para el invierno
Pues es un momento excelente para intentar clavar buenos ejemplares. Son buenos los pesqueros los de bajo fondo y bancos de arena. La temperatura del agua en un día normal de otoño es la mas propicia.
Como conclusión podríamos ir probando escenarios usando la lógica y procurando entender el porqué durante una jornada de pesca no hay actividad ninguna sin embargo en otro momento del día en dos horas se han echo todas las capturas.